Prométeme ser mis días y mis noches
El sonido agónico de mi voz contra el suelo
Pues siento el lastre de mi vida huyendo
Prométeme ser la luz clavada en mi mente
La cruz de mi mente demente
La tranquila sensación del sueño inducido
Pues debes saber que el silencio cosido
De un mundo que agoniza herido
Y una cosa más,
prométeme ser para siempre.